Esta primavera el PADME recibió una petición de ayuda desde México: dos hermanas de la ciudad de León decidieron dedicar un lugar de su casa para colocar los libros del Maestro Omraam Mikhaël Aïvanhov y constituir así la primera biblioteca fraterna del país. Así, la Fundación les ha enviado desde Francia, España y Chile DVDs de conferencias traducidos al español, libros de canciones, publicaciones de la colección Izvor y de la colección Obras Completas, en español desde Europa y América Latina. Comparten con ustedes una parte de su viaje fraternal.
Ivonne(1)
"Descubrí la Enseñanza de la Paneuritmia. En esta búsqueda iniciada en 2014, encontré fragmentos de los libros del maestro Deunov y de Omraam en internet y así encontré mi camino. En 2018, mi hermana y yo hicimos un viaje a España... Esta experiencia fue mágica, muy enriquecedora. Profundizamos en la Enseñanza, pudimos vivirla, comprendimos mejor las prácticas del yoga al sol, la nutrición, la gimnasia; convivimos en hermandad y conocimos a maravillosos hermanos y hermanas. En Sevilla pudimos comprar los libros "Reglas de oro de la vida cotidiana" y "Pensamientos cotidianos". Tenía un fuerte deseo de dedicar más tiempo a la enseñanza, pero no sabía cómo ni por dónde empezar.
Me guardé este deseo para mí y el año pasado, en 2020, el cielo me envió ayuda. Después de enviar correos electrónicos a direcciones que encontramos en internet, a fraternidades que hablan español. La Fraternidad Blanca Universal de Colombia recibió nuestro correo, nos presentamos y fuimos invitados a sus reuniones por videoconferencia los domingos. Luego, también por videoconferencia, nos reunimos con los hermanos y hermanas de Vehadi Chile que nos llenaron el corazón. Después, pudimos asistir a reuniones fraternales en YouTube y a videoconferencias en otros países. Los conocimos, meditamos juntos, nos sentimos cerca y parte de esta gran familia fraterna, fue un gran regalo del cielo.
Mariá | Ivonne, consagración de la biblioteca fraterna, 27 de marzo de 2021
Me di cuenta del gran deseo que tenía de dedicar más tiempo a la enseñanza, al trabajo colectivo, al alto ideal. Acepté en lo más profundo de mi ser esta llamada que antes no tenía forma ni nombre y que venía resonando desde 2014. Nuestra gratitud es muy grande y con la voluntad de servir a Dios y al Cielo, nos ponemos a su servicio para trabajar en fraternidad, y avanzar con determinación y fuerza."
(1) Extractos del texto de María e lvonne Meléndez Pérez (León, Guanajuato, México, enero de 2021)